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Cambiando la forma en que te ayudas a ti mismo(a)

Quizás esto te suene familiar: estás al límite. La lista de cosas por hacer es cada vez más larga. Cuanto más intentas limpiarla, se multiplica. "Tú puedes!" te dices a ti mismo(a), pero el estrés continúa aumentando y te encuentras cada vez más disperso(a).


¿Estás dispuesto(a) a pedir ayuda? ¿O lo ves como un signo de debilidad? Los cuidadores a menudo no piden ayuda porque no quieren que otros vean las grietas en su 'incapacidad' para lograr cosas.


Hora de cambiar, pedir ayuda es un signo de sabiduría. Al dar el paso para pedir ayuda, recuperas las riendas de tu vida. Llevas tu coche al taller para el servicio, ¿verdad? ¿Tal vez incluso tienes un servicio de entrega de comestibles para facilitar el ir y venir? Ambas cosas cuentan como "ayuda". Así que no tengas miedo de pedir ayuda a otras personas.


Quizás puedas levantar la mano si no estás seguro(a) de cómo resolver un problema, si estás demasiado agotado(a) emocionalmente o si no sabes cómo ordenar ese documento. Ten una conversación con otras personas/cuidadores y pregúntales cómo hacen lo que hacen. Las ideas y los consejos pueden marcar una gran diferencia.


También hay formas en que puedes ayudarte además de pedir ayuda cuando la necesitas. Hacer listas puede ser un ahorro de tiempo, pero hay un arte en la creación de listas: en lugar de poner las cosas en un papel, es esencial priorizar las cosas que necesitas lograr:

  • Haz una lista maestra de todo lo que necesita ser atendido.

  • Divide esa lista en prioridades. Alta prioridad; preparación de impuestos. Baja prioridad; encontrar una nueva lámpara para la mesa de la esquina. Ambas deben hacerse, pero los impuestos tienen una prioridad más alta.

  • Luego, divide esas tareas en tareas más pequeñas, como la preparación de impuestos. Reserva tiempo en tu calendario para reunir los documentos detallados que necesitarás; recibos, facturas pagadas. Luego, otro día para ingresar datos en los documentos de preparación de impuestos. Todavía está en la lista de tareas pendientes, pero se ha vuelto más manejable de hacer.

  • Mantén esa lista y marca las cosas a medida que las completas. Hay algo muy poderoso en decir: "¡Lo hice!" ya sea que lo hayas hecho por tu cuenta o con la ayuda de otros.

Comunícate cuando lo necesites, no lo hagas solo(a).


Abrazos,

Cyndi Mariner

Breathing Spaces

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