
La comunicación es un arte al que prestar atención y nutrir, y una herramienta crucial en la vida que puede causar mucho daño si no se maneja correctamente. Ya sea que estés ocupado(a) realizando varias tareas a la vez, o quizás "lo hayas escuchado todo antes". Cuando alguien habla, ¿realmente estás escuchando?
Darle a alguien el espacio para sentirse cómodo y capaz de hablar es esencial. Cuando alguien hable; respira, retrocede y escucha. No los interrumpas con lo que crees que es la respuesta correcta, haz una pausa. La comunicación en cualquier relación es un regalo pero también puede ser una maldición.
Don Miguel Ruiz, es un maestro espiritual y autor de "Los Cuatro Acuerdos", una obra maestra sobre comunicación. Un libro que he tenido durante años y al que me refiero de vez en cuando, estos acuerdos son fáciles de entender y pueden marcar una diferencia significativa en tu felicidad y tus relaciones.
Acuerdo 1: Sé impecable con tu palabra.
Acuerdo 2: No tomar nada personalmente.
Acuerdo 3: No hacer suposiciones.
Acuerdo 4: Haz siempre lo mejor que puedas.
¿Cuánta atención le prestas a tu voz interior? Está ahí por una razón. ¿Alguna vez has salido por la puerta y pensado: "Apagué la cafetera, verdad?" Para regresar y ver que en efecto, no lo hiciste. O tal vez tienes la inclinación de que necesitabas llamar a un amigo y cuando hablaste, se echó a llorar por algo que había sucedido. Estuviste allí justo cuando lo necesitaban.
Algunas cosas a considerar:
No asumas que sabes lo que alguien más dirá, incluso si parece que lo has escuchado antes.
Ten una mente abierta, respira profundamente si es necesario y escucha.
¿Cómo hablas con los demás? "¡Ahora, tienes que escucharme!" ¿Adivina qué? Simplemente se desconectaron. El tono y la presentación son de suma importancia.
Escoge el momento adecuado para discutir (es decir, no intentes hablar con tu esposo(a) cuando está hablando de lo difícil que ha sido que su mamá tome su medicamento), una receta para el desastre.
No siempre sabes lo que está pasando con otra persona y especialmente en el cuidado, es posible que tu ser querido no quiera escucharte 'diciéndole' qué hacer nuevamente, por lo que es esencial tener en cuenta cómo expresas las cosas.
La comunicación es clave: mantén tu corazón y tus oídos abiertos. Sé paciente contigo mismo(a) también.
Abrazos, Cyndi Mariner
Breathing Spaces

Comentários