top of page

Hablando y escuchando


La semana pasada, escuché una conversación en un consultorio médico en la sala de espera sobre lo que dijo un médico y lo que 'escuchó' el paciente. Parecía que el miembro de la familia con esta persona era su cuidador, y podía escuchar un tono y un lenguaje que había escuchado antes: el mío propio como cuidadora.


Todos hemos estado en situaciones en las que estamos cansados y ansiosos, sintiéndonos como un balón tirado en muchas direcciones, y nos rompemos.


Una reacción dura puede provenir del dolor o el miedo de alguien, y su respuesta a alguien puede ser un golpe poderoso o un lugar de aterrizaje de apoyo. Si te encuentras listo para reaccionar de esa manera y eres capaz de detenerte antes de ese punto de ruptura, respira hondo o discúlpate por unos minutos en lugar de continuar la conversación con una respuesta apresurada y cargada de emociones. Si se te escapa una reacción adversa antes de que puedas detenerla, no te castigues, haz una pausa. Respirar. Se abierto y honesto con la otra persona, discúlpate y reformula tu respuesta.


Estoy dispuesta a apostar que cada cuidador, incluida yo misma, ha experimentado agotamiento emocional de alguna forma. Todos hemos escuchado las palabras, "Ya no puedo hacer esto", salir de nuestras bocas, o al menos resonar con fuerza en nuestros cerebros. Casi todos nos hemos sorprendido con las palabras que hemos dicho, que provienen del miedo, la frustración, la ira y la gran combinación uno-dos: sentirse resentido y culpable por ese sentimiento.


El estrés es real. No es algo que deberías 'superar', y no es algo que deberías haber sido 'lo suficientemente inteligente como para ver venir'. Es fundamental abrir nuestra conciencia de cómo nos expresamos y cómo vemos a los demás:

  • Las soluciones surgirán con una mente abierta, no te cierres en juicios.

  • Cuando interactúes con otros, escucha con la intención de comprender, no de responder. Escucha verdaderamente lo que dice la otra persona, incluyendo estar abierto a sus sentimientos.

  • Si has tenido un mal día o estás demasiado estresado o cansado, ese NO es el momento para tener una conversación con alguien. No hay nada de malo en decir que no pueden hablar o reunirse en este momento, pero saben que es una conversación esencial y se establece en otro momento. Si es realmente urgente, no dudes en hacerle saber a la otra persona que estás en un estado de agotamiento, pero harás todo lo posible para tener una mente abierta.

Se responsable con tus palabras. Está abierto a saber que otras personas también tienen días malos. Escucha antes de hablar. Haz una pausa antes de reaccionar.


Abrazos,

Cyndi Mariner

Breathing Spaces

1 visualización0 comentarios
bottom of page