Algunos días son más desafiantes que otros, pero podemos encontrar puntos brillantes si nos abrimos a ellos. Cuando nos concentramos en eventos que nos deprimen, tendemos a perpetuar una espiral negativa, mientras que alejarnos puede dar paso a la luz.
En una conversación con amigos cercanos durante el fin de semana, hablamos de las debilidades de nuestro mundo actual y de lo simples que parecían tiempos hace tanto tiempo. Los colibríes revoloteaban a nuestro alrededor continuamente mientras todos reíamos y decíamos: "¡Creo que están tratando de decirnos algo!". Tu mensaje:
• Estar en el momento actual.
• Haz lo que puedas por los demás y por el mundo.
• Sé consciente de lo que estás haciendo por ti mismo.
Uno de mis amigos experimentó un posible susto de salud después de que llegaron los resultados de las pruebas de laboratorio. Obtenerlos antes de ver a su médico la llevó a buscar información a través del “Dr. Google." Aunque la información allí puede ser beneficiosa, cuando comienzas a sumar 2+2, puede dar como resultado una suma de 7 en lugar de 4 y causar momentos frenéticos.
Durante la semana entre los resultados y la cita, sintió un poco de pánico, algo comprensible. Y aunque entendió el camino hacia la atención plena: respiración, diario reflexivo, etc., se dejó agitar y pedir ayuda a los demás. Esos amigos la rodearon para apoyarla y la mantuvieron en paz, ofreciéndose a estar a su lado en cuanto se lo pidieran.
Al quinto día supo que necesitaba un cambio de escenario para distraerse y llenar su corazón: suficiente espacio para respirar. Al día siguiente estaba tranquila y receptiva a las palabras de su médico. Los resultados mostraron daños potenciales si no se tomaba un rumbo diferente, pero no amenazas críticas inmediatas. Entonces, se estableció una nueva dirección para revertir el camino, se dieron soluciones y se seleccionó un camino más brillante para los días venideros.
En retrospectiva, momentos como este (captar algo antes de que sea demasiado tarde y honrarse a sí mismo aceptando que está bien no tener puestos los pantalones de niña todos los días y dejarse llorar) son un regalo de cuidado personal. Todos necesitamos esos días para decepcionarnos y dejar que las emociones se desarrollen.
Debemos recordar que existen redes de seguridad y estamos dispuestos a recurrir a ellas cuando sea necesario.
Escucha a tu corazón, extiende la mano cuando lo necesites, presta atención a las palabras que le das a tantas personas y cuídate con amor.
Abrazos,
Cyndi Mariner
Breathing Spaces
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