Hace siete años perdí a mi mejor amiga, mi mamá. Ella falleció pacíficamente en la mañana, y el momento en que sucedió quedará grabado para siempre en mi memoria, como si hubiera sucedido hace unos minutos. Ninguna palabra consolará jamás esa pérdida; ninguna cosa lo hace. Entonces, ¿cómo podemos avanzar y seguir adelante cuando fallece un ser querido?
El duelo y la pérdida vienen en muchas formas a lo largo de nuestras vidas. ¿Es la vida que una vez habíamos planeado que nunca funcionó? ¿Es el nuevo jardín que no lo logró este año? ¿O recuerdos de nuestros seres queridos que juramos que nunca olvidaríamos, pero de alguna manera se nos han escapado?
Recuerdo algunos de los momentos más difíciles después de que mamá falleció: no escuchar su voz ni el toque frío de su mano. Volver a la tienda de comestibles o la farmacia a la que la llevé y 'verla' deambulando por los pasillos (todavía lo hago siete años después) me ponía en sollozos abrumadores. La semana pasada, vi a uno de los cajeros de la tienda local que dijo: "Estaba pensando ayer en cuánto extraño a la señora Christine". Resultó ser un día en el que estaba pensando tanto en mamá que me dejó sin aliento.
Ser gentil contigo(a) mismo durante esos días difíciles es imperativo. Tienes que ser capaz de dejar ir las emociones acumuladas en tu interior antes de que te dañen mental y físicamente.
Algunas de las cosas que encontré beneficiosas para obtener apoyo son:
Escribir tus sentimientos en un diario. Escribir tus alegrías o tristezas en lugar de guardarlas
Comunicarse con familiares o amigos y hacerles saber cómo te sientes
Hacer algo que tu ser querido y tu solían hacer, honrando su tiempo juntos
Leer algo inspirador o escuchar música que le dé liviandad a tu corazón
Sentía culpa por mi dolor y tenía miedo de hablar de ello en los primeros días después de perder a mamá. Hoy cuando tengo esos momentos de tristeza, me permito atravesarlos, pero no dudo en pedir ayuda o hacer un cambio en mi día. Por favor, date el regalo del cuidado personal cuando se presenten estos tiempos.
Te amo siempre, mamá. Siempre en mi corazón.
Abrazos, Cyndi Mariner
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