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Cultivando el bienestar interior


¡Aquí estamos, casi a la mitad del año ya! Parece que el tiempo pasa rápido, y me pregunto si alguno de ustedes está dejando para mañana lo que puede hacer hoy. Considera hacer una intención para el resto del año (¡para comenzar!) para cultivar el bienestar interior.


Cultivar el bienestar, como cuidar la tierra de un jardín, requiere intuición y atención. Debe hacerse regularmente para tener éxito y es una forma diferente de pensar que simplemente practicar el cuidado personal. Es ir genuinamente hacia adentro para buscar lo que necesitas, lo que hace que tu corazón sonría. Piénsalo. Practícalo.


Pasas gran parte de tu tiempo cuidando a los demás y puede ser fácil perderse en las rutinas diarias. Para crear un nuevo patrón, comienza por escribir viejos hábitos que puedas estar repitiendo para que te des cuenta de lo que puede causarte obstáculos. Por ejemplo, quieres caminar todos los días, pero revisas tu correo electrónico cuando terminas de desayunar y una cosa lleva a la otra; miras hacia arriba, ¡y es mediodía! Tienes una cita a la una: ¡parpadea! El día ha pasado. Estás cansado y hambriento, y la cena es necesaria, así que vete.


Y este patrón se repite, día tras día.

Toma notas sobre las cosas que tenías la intención de hacer y no hiciste, luego vuelve a programar tus días. En lugar de revisar tu correo electrónico, camina cuando te despiertes y luego come y revisa tus correos electrónicos. Es un cambio simple y directo que te permite encajar en lo que te hace sentir bien: cultivar el bienestar interior.


La energía que retenemos de nuestro pasado y nuestro futuro también ocupa espacio en nuestras vidas. ¿Necesitas aclarar una discusión de principios de semana? ¡Esa energía se aferra a ti como un peso muerto! Estás comprometido con tu trabajo y sigue apareciendo, creando dificultad para tomar decisiones. Termina con eso: ten la conversación para ventilarlo.


Tal vez se acerca una cita médica, y fragmentos de lo que te gustaría hablar con tu médico surgen en los lugares más extraños: cepillándote los dientes, en medio de una conversación con alguien. Escríbelo: haz una lista, revísala dos veces y ¡déjalo ir! Ventilarlo te permite concentrarte en las tareas o momentos a mano, cultivando el bienestar interior.


Al igual que la tierra de tu jardín, cultiva tu bienestar interno y observa cómo prospera.


¿Cómo pasarás el resto de este año?


Abrazos,

Cyndi Mariner

Breathing Spaces

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